(Crédito: OLPC)

(Crédito: OLPC)

En el transcurso de este año, trabajadores de la OLPC (One Laptop Per Child) entregaron cajas cerradas con tablets adentro, selladas, sin ninguna instrucción. “Pensé que los niños jugarían con las cajas. En pocos minutos, un niño no sólo abrió la caja, sino que encontró el interruptor de encendido y apagado… y la echó a andar. En unos pocos días, estaban utilizando 47 aplicaciones por niño, por día.

En el lapso de dos semanas, cantaban el ABC de canciones en la aldea y en no más de cinco meses habían haqueado Android”, dijo Negroponte. “Algún estúpido en nuestra organización o en Media Lab había deshabilitado la cámara, y ellos habilitaron la cámara por sí mismos y ya habían haqueado Android“…

Con alrededor de 100 millones de niños con edad para la educación primaria y sin acceso a una escuela, la organización Una Laptop Por Niño experimenta un método nuevo en dos aldeas aisladas en Etiopía -simplemente entregar computadoras tablets con programas precargados y observar lo que sucede.

El objetivo: ver si niños que no sepan leer con ninguna exposición previa a la escritura pueden aprender a leer por sí mismos, experimentando por sí mismos con la tablet y sus juegos de entrenamiento alfabético precargados, e-books, caricaturas, pinturas, entre otros programas.

El experimento se realiza en dos aldeas aisladas rurales con 20 niños con la edad de ingreso a primer año de primaria, alejadas unas 50 millas de Addis Ababa. Una aldea se llama Wonchi, en las orillas de un cráter volcánico a 11,000 pies y la otra es Wolonchete, en el Valle Rift. Son niños que no habían visto con anterioridad materiales impresos, señales de carretera, o incluso envolturas con palabras.

Más información aquí.