Investigadores de la Columbia University han descubierto que personas mayores que regularmente hacen ejercicio de nivel moderado a intenso tienden menos a desarrollar esa pequeñas lesiones llamadas “derrames silenciosos”.

Los investigadores trabajaron con un grupo de 1,238 personas que nunca habían tenido un derrame. Los participantes respondieron un cuestionario sobre la frecuencia y la intensidad con la que realizaban su ejercicio al mismo inicio del estudio para posteriormente ser escaneados con MRI un promedio de seis años después, cuando ya tenían cerca de 70 años.

Un total de 43% de los participantes reportaron que no realizaban ejercicio de manera regular; un 36% realizaban ejercicio liviano regularmente, como golf, caminar, o bailar; y un 21% realizaba ejercicio de moderado a intenso, tales como andar en bicicleta, tenis, nadar, escalar, trotar o jugar raquetbol.

Los cerebros escaneados mostraron que 197 de los participantes, o 16 por ciento, había tenido pequeños derrames. Las personas que realizaban ejercicio de moderado a intenso tenían 40 por ciento de probabilidades menos de sufrir derrames comparado con los que no realizaban ejercicio. Los resultados permanecieron inalterables hasta que los investigadores tomaron en consideración los factores de riesgo cardiovasculares, tales como presión alta, colesterol alto, y fumar.

Aquí no había diferencia entre los que hacían ejercicio liviano y los que no realizaban ejercicio del todo. Sólo el ejercicio de moderado a intenso se hacía favorable.

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  • ejercicios de ensayo y error