Investigadores de la Universidad de Stanford y de Berkeley han creado un sensor electrónico para piel artificial que detecta el toque más ligero, para usarse en prótesis o robots.

El equipo de Berkeley, como se informó aquí mismo, usó nanocables de germanio/silicón, mientras que el equipo de Stanford usó una delgada capa de goma moldeada en una malla de pequeñas pirámides.

Ellos comprimieron una goma extremadamente elástica y moldeada de manera precisa entre dos electrodos paralelos.”Detecta presiones muy por debajo de las presión ejercida por una mariposa, que es de 20 miligramos, y lo hizo con una rapidez sin precedentes”, dijo Zhenan Bao, profesora asociada y líder de la investigación. Ella es la autora del estudio publicado en septiembre 12 en Nature Materials.

Intentos previos de construir este tipo de sensores con un film muy delgado se topó con varios problemas.

“Nos dimos cuenta que un film continuo y delgado, cuando se presiona, el material no puede expanderse”, dijo Stefan Mannsfeld, coautor del estudio. “De tal manera que cuando las moléculas en una goma continua son forzadas a juntarse un poco más, y luego la presión es liberada, no pueden regresar a su arreglo original, y el sensor no funciona muy bien debido a eso”.

“La micro estructura que desarrollamos hace que la goma se comporte más como un resorte ideal”, dijo Manssfeld. El grueso total de la piel artificial, incluyendo la capa de goma y ambos electrodos, es menor a un milímetro.

La velocidad de compresión y rebote de la goma son críticas para que el sensor pueda detectar y distinguir entre dos toques separados en rápida sucesión.

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