¿Es el “libre albedrío” una ilusión? ¿Estamos ante una detección tipo “pre-crimen”?
Nuestra capacidad de tomar decisiones –y a veces cometer errores– podría estar determinada a partir de fluctuaciones aleatorias en el ruido eléctrico de fondo en el cerebro, de acuerdo a un estudio reciente del Centro Para la Mente y el Cerebro, Universidad de California, Davis.
El cerebro tiene un nivel normal de “ruido de fondo”, indicó Jesse J. Bengson, autor principal del estudio, a medida que los patrones de actividad eléctrica fluctúan en el cerebro. En el nuevo estudio, las decisiones pueden ser predichas basadas en el patrón de actividad cerebral justo antes de tomar una decisión determinada.
Bengson colocó a un grupo de voluntarios enfrente de una pantalla y les pidió colocar su atención en el centro de la misma, mientras utilizaba electroencefalografía EEF para grabar su actividad eléctrica cerebral. Se les pidió a los voluntarios tomar la decisión de mirar hacia la izquiedra o hacia la derecha cuando una señal apareciera en la pantalla, y luego reportaran su decisión.
La señal para ver hacia la derecha o la izquierda aparecía a intervalos aleatorios, por lo que los participantes no podían consciente o inconscientemente prepararse para su aparición.
El cerebro tiene un nivel normal de “ruido de fondo”, dijo Bengson, una actividad de patrones eléctricos que fluctúa en todo el cerebro. Los investigadores hallaron que el patrón de actividad en el segundo previo a la aparición de la señal –antes de que los voluntarios supieran que tomarían una decisión– podría predecir el resultado de la decisión por tomar.
“El estado cerebral justo antes de la presentación de la señal determina si se tomará hacia la derecha o hacia la izquierda”, dijo Bengson.
El experimento se realiza sobre la base de otro famoso experimento realizado por Benjamin Libet en los 70s.
Libet también midió la actividad eléctrica cerebral antes de que un voluntario tomara la decisión de presionar un interruptor como respuesta a una señal eléctrica. Descubrió actividad cerebral inmediatamente antes que el voluntario decidiera presionar el interruptor.
Los nuevos resultados se suman a los de Libet, ya que proporcionan un modelo sobre la actividad cerebral que precede a la decisión, dijo Bengson. En el nuevo experimento, el tiempo aleatorio significa que “sabemos que los voluntarios no toman la decisión con anticipación”.
Más información sobre el estudio aquí.
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