Una sola inyección detiene la diabetes tipo 2 sin efectos colaterales

Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y detiene la insensibilidad a la insulina

En esta analogía, demasiada azúcar en la sangre es equivalente a un carro en zona de peligro. En la diabetes tipo 2 (asociada comúnmente con la obesidad), el cuerpo no hacer uso del azúcar apropiadamente, lo que conlleva problemas serios de salud. El factor de crecimiento FGF1 se ha demostrado que disminuye la cantidad de azúcar en la sangre en ratones diabéticos, restaurando la glucosa a su nivel normal. (Crédito: Salk Institute)

En esta analogía, demasiada azúcar en la sangre es equivalente a un carro en zona de peligro. En la diabetes tipo 2 (asociada comúnmente con la obesidad), el cuerpo no hacer uso del azúcar apropiadamente, lo que conlleva problemas serios de salud. El factor de crecimiento FGF1 se ha demostrado que disminuye la cantidad de azúcar en la sangre en ratones diabéticos, restaurando la glucosa a su nivel normal. (Crédito: Salk Institute)

En ratones con diabetes inducida en base a su dieta –el equivalente a la diabetes tipo 2 en seres humanos– una sola inyección de proteína FGF1 es suficiente para restablecer a un nivel normal el azúcar en la sangre por más de dos días. El descubrimiento, realizado por científicos del Salk Institute y publicado en la revista Nature, podría ser el inicio de una nueva generación de drogas más efectivas y seguras para el tratamiento de esta enfermedad.

El equipo científico descubrió que un tratamiento sostenido con esta proteína no sólo mantenía el nivel de azúcar controlado sino que también revertía la insensibilidad a la insulina, la causa fisiológica de la diabetes. Igualmente sorprendente, el nuevo tratamiento no muestra ningún efecto colateral comunes a los otros tratamientos para la diabetes.

“El control de la glucosa es un problema predominante en nuestra sociedad”, dijo Ronald M. Evans, director del Laboratorio de Expresión Genética de Salk Institute y co-autor del estudio. “Y la FGF1 ofrece un nuevo método poderoso e inesperado de controlar la glucosa”.

La diabetes tipo 2, que pude aparecer debido a un exceso de peso y poca actividad, se ha disparado en las últimas dos décadas en los Estados Unidos y en todo el mundo. Se estima que treinta millones de estadounidenses padecen esta enfermedad, en que la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo debido a que no se produce suficiente insulina para removerla o debido a que las células se han vuelto resistentes a la insulina, ignorando la señal de absorber el azúcar. Siendo una enfermedad crónica, la diabetes puede ocasionar problemas serios de salud y no tiene una cura específica. El tratamiento para su control –con niveles variables de éxito– se realiza a través de combinar dieta, ejercicio y productos farmacéuticos.

Las drogas para el tratamiento de la diabetes en el mercado buscan incrementar los niveles de insulina y revertir la resistencia a la insulina por medio del cambio en los niveles de expresión de genes parra reducir los niveles de azúcar en la sangre. Pero estas drogas, tales como Byetta, que incrementan la producción de insulina del cuerpo, puede reducir los niveles de glucosa a un nivel tan bajo que puede amenazar directamente la vida humana con la hipoglicemia, entre otros efectos colaterales.

En el 2012, Evans y sus colegas descubrieron que un factor de crecimiento largamente ignorado tenía una función oculta: ayudaba al cuerpo a responder a la insulina. Inesperadamente, los ratones que carecían de este factor de crecimiento, llamado FGF1, desarrollaron diabetes rápidamente cuando se colocaron en una dieta alta en grasas, un descubrimiento que sugirió que la FGF1 jugaba un papel importante en el manejo de los niveles de glucosa en la sangre. Esto llevó a los investigadores a preguntarse si el suministro directo de FGF1 a ratones diabéticos podría afectar los síntomas de la enfermedad.

El equipo inyectó dosis variadas de FGF1 a ratones obesos diabéticos para evaluar el impacto potencial de la proteína en el metabolismo. Los investigadores quedaron asombrados ante lo sucedido: ante una sola dosis, los niveles de azúcar rápidamente regresaron a la normalidad en todos los ratones inyectados.

“Muchos estudios previos que inyectaron FGF1 no mostraron ningún efecto en ratones saludables”, indicó Michael Downes, co-autor de la nueva investigación. “Sin embargo, cuando se inyectó a ratones diabéticos, vimos una mejora dramática en el control de la glucosa”.

Los investigadores hallaron también que el tratamiento con FGF1 tenía además ventajas adicionales sobre la droga Actos, que está asociada a efectos colaterales que van desde subir de pesos hasta problemas de alto riesgo en el corazón y el hígado. Muy importante es mencionar que la FGF1 –aún en dosis altas– no tiene ningún efecto colateral peligroso y no ocasiona la disminución de los niveles de glucosa que atentan contra la vida misma. lo que es más, las inyecciones restauraron la capacidad natural del cuerpo humano de regular la insulina y los niveles de azúcar en la sangre, conservando las cantidades de glucosa en un rango seguro –revirtiendo así efectivamente los síntomas centrales de la diabetes.

“Con la FGF1 no hemos visto ningún tipo de efecto colateral o hipoglicemia”, dijo Jae Myoung Suh, miembro del equipo de investigación y autor principal del artículo. “Bien podría ser que la FGF1 lleva al cuerpo a un tipo de respuesta más ‘normal’ comparado con los otros tratamientos ya que se metaboliza con facilidad en el cuerpo y lleva como objetivo cierto tipo de células”.

El mecanismo del FGF1 no es aún completamente comprendido –como tampoco lo es el mecanismo de la resistencia de la insulina– pero el equipo de Evans descubrió que la capacidad de la proteína de estimular crecimiento es independiente de su efecto sobre la glucosa, lo que la acerca a un tratamiento terapéutico.

 

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