Investigadores en la Tufts University han diseñado una pequeña antena de seda líquida y oro, con el objetivo de monitorear proteínas específicas y químicos en el cuerpo, y así alertar a los doctores vía remota sobre posibles indicaciones de enfermedad.

Sensor de seda.

Sensor de seda.

De acuerdo con Fiorenzo Omenetto, profesor de ingeniería biomédica, una vez implantado en el cuerpo, la seda puede acomodarse a la superficie de la piel y, al contrario de los implantes convencionales de polímero, puede permanecer en el cuerpo por un largo periodo de tiempo sin mostrar efectos adversos.

Los científicos indican que ese tipo de implantes pueden algún día ayudar a los pacientes con diabetes a darle seguimiento a sus niveles de glucosa sin que tengan que medirlo diariamente.

Omenetto y su colega Richard Averitt, de la Universidad de Boston, usaron principios similares para crear el metamaterial que responde a las frecuencias más bajas del espectro electromagnético, en el rango de terahertz. Proteínas, enzimas, y químicos en el cuerpo son de manera natural resonantes a las frecuencias terahertz, y , de acuerdo con Averitt, cada agente biológico tiene su propia “firma” en terahertz.

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