El vandalismo y protestas en las calles de MOzambique debido al incremento de los precios de alimentos han dejado 13 muertos. EL enojo crece en Egipto y Serbia igualmente. Compradores llenos de pánico en Rusia han vaciado los graneros. Inundaciones devastadoras han dejado cerca de 10 millones de pakistaníes sin casa, y se pone en entredicho la capacidad de ese país de lograr alimentar a su población.

¿Son desastres aislados? De ninguna manera. La amenaza común: clima extremo, que está ejerciendo presión en la provisión de alimento a nivel mundial.

Puedes leer el artículo completo en inglés aquí.