El best seller de Amazon, autor de The Big Switch, regresa con una explosiva mirada a los efectos de la tecnología en nuestra mente. “¿Nos está volviendo Google estúpidos?” Cuando Nicholas Carr hizo tal pregunta, en la portada de la revista Atlantic, su enfoque era dirigido hacia cómo la internet nos está cambiando. Incluso, Carr cristalizó uno de los debates más importantes de nuestro tiempo: Mientras gozamos los beneficios de la internet, ¿estamos sacrificando nuestra habilidad de leer y pensar con profundidad?

Nicholas Carr

Nicholas Carr

Ahora, Carr se expande hacia la más completa y atrayente exploración sobre las consecuencias culturales e intelectuales de la internet que se haya publicado. Al mismo tiempo que describe la manera en que el pensamiento humano se ha conformado a lo largo de siglos por “las herramientas de la mente” -desde los alfabetos a los mapas, a la prensa de impresión, el reloj, y la computadora- Carr interrelaciona los recientes descubrimientos en la neurociencia. Nuestros cerebros, tal y como lo muestran evidencias científicas e históricas, cambia en respuesta a nuestras experiencias. Las tecnologías que usamos para encontrar, guardar, y compartir información pueden literalmente rehacer nuestras veredas neuronales.

Influído por pensadores que van desde Platón hasta McLuhan, Carr nos indica que cada tipo de tecnología de información lleva su propia ética intelectual -un set preliminar sobre la naturaleza del conocimiento y la inteligencia. Indica cómo el libro impreso enfocó nuestra atención, promoviendo un pensamiento más creativo y profundo. En contraste directo, la internet incentiva la lectura rápida y distraída de bits de información de muchas fuentes. Su ética es la del industrialismo, una ética basada en la velocidad y eficiencia, de producción optimizada y consumo-  y de qué que manera la red nos está rehaciendo a su propia imagen. Cada vez somos más aptos para el escaneo y la lectura rápida, pero estamos perdiendo nuestra capacidad de concentración, de contemplación y reflexión.

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