Biólogos de Indiana University han descubierto que para bailar tango se requieren dos.

Los biólogos indican que su investigación muestra que el sexo permite a los progenitores generar una descendencia más resistente a los parásitos que co-evolucionan, mientras que la auto-fertilización condena a la especia a la extinción, a merced de sus enemigos biológicos.

Roundworm Caenorhabditis elegans versus la bacteria Serratia marcescens (crédito: Indiana University)

Roundworm Caenorhabditis elegans versus la bacteria Serratia marcescens (crédito: Indiana University)

Es la hipótesis de la Reina Roja, una referencia de Lewis Carroll en Alicia en el País de las Maravillas: “Debes de correr tan rápido como puedas, para permanecer en el mismo lugar”.

La hipótesis sugiere que la reproducción sexual vía fetilización cruzada mantiene a la especie un paso evolutivo adelante de los parásitos, que están igualmente co-evolucionando para infectar a los anfitriones.

Eso indica que tanto el anfitrión infectado como los parásitos corren evolutivamente hablando tan rápido como les es posible para permanecer en el mismo lugar.

Para poner a prueba la hipótesis de la Reina Roja, los biologos llevaron a cabo más de 70 experimentos con el gusano Caenorhabditis elegans como anfitrión y la bacteria Serratia marcescens como parásito, y generar así un sistema co-evolutivo en un ambiente controlado.

El resultado fue que cuando el parásito no co-evolucionaba, la autofertilización se presentaba como la forma dominante de reproducción en el anfitrión. Sin embargo, cuando el parásito se le permitía co-evolucionar conjuntamente con el anfitrión, el sexo era favorecido como la estrategia adecuada de reproducción.

Puedes leer el artículo completo en inglés aquí.

Palabras más populares:

  • hipotesis de la reina roja