Diminutas nanopartículas de plata incorporadas a la vida acuática, según estudio de la UCLA
Los efectos en la vida marina de más de 2,000 productos que contienen nanopartículas se desconocen casi por completo.
Un estudio encabezado por científicos de la UCLA ha encontrado que las nanopartículas de plata más diminutas han penetrado profundamente el cuerpo de los peces y se conservan allí con mayor persistencia que las nanopartículas más grandes o el nitrato de plata.
Más de 2,000 productos en el mercado en la actualidad contienen nanopartículas –partículas tan pequeñas que su medida se da en billonésima de metro. Los fabricantes utilizan nanopartículas para que el protector solar tenga un mejor nivel de protección contra los rayos del sol y crean ropa atlética que elimine el sudor más rápidamente, entre otras cosas.
De estos productos, 462 contienen nanopartículas de plata utilizadas principalmente por su capacidad para eliminar bacterias. Sin embargo, este beneficio podría pasar el costo directamente al medio ambiente. En muchos casos, el simple uso de estos productos de acuerdo a lo recomendado por el fabricante, hará llegar estas nanopartículas de plata a ríos y otros cuerpos de agua, donde podrán ser ingeridos por los peces e interactuar con la diversa vida marina.
El nuevo estudio, publicado en la revista ACS Nano, pretende abordar la pregunta: ¿hasta qué punto los organismos retienen estas partículas y cuales son los posibles efectos que se tienen?
Absorción de nanopartículas de plata por los peces
De acuerdo con Andre Nel, director del Centro de Implicaciones Medio Ambientales de la Nanotecnología (CEIN, por sus siglas en inglés), no se sabe con certeza si las partículas de plata son dañinas, pero el objetivo primero de la investigación era identificar si estas partículas estaban siendo absorbidas por los peces.
En el estudio, colocaron peces cebra en agua con nitrato de plata y dos tamaños distintos de nanopartículas –algunas de 20 nanómetros de diámetro y otras de 110. La investigación llegó a la conclusión que los dos tamaños de partículas afectaban de manera distinta a los peces.
La investigación utilizó peces cebra en el estudio ya que tienen algunas similitudes genéticas con el ser humano, y sus embriones y larvas son transparentes (lo cual facilitaba la observación). Adicionalmente, estos peces tienen a absorber químicos y otras substancias del agua.
El equipo enfocó su investigación en las branquias y los intestinos de los peces ya que son los órganos más expuestos a la plata.
Las branquias mostraron un contenido significativamente mayor de plata de 20 nanómetros en relación a la de 110, mientras que la contaminación era en cantidades similares en los intestinos; ambos tamaños fueron retenidos en los intestinos incluso después de que los peces tenían una semana de estar en agua limpia.
El experimento es uno de los estudios in vivo más completos hasta la fecha relacionados con nanopartículas de plata, así como el primero en comparar el nivel de toxicidad de estas nanopartículas en la penetración de los órganos y su duración dependiendo del tamaño, así como el primero en demostrar el mecanismo que subyace en estas diferencias.
Osborne dijo que los resultados parecen indicar que las partículas más pequeñas penetran mucho más profundo en el tejido de los órganos y permanecen por más tiempo ya que se disuelven más rápido que las partículas más grandes y son más fácilmente absorbidas por los peces.
Nel indicó que el paso siguiente para el equipo de científicos es determinar si las partículas de plata son potencialmente dañinas. “Nuestra investigación continuará hasta determinar los efectos de largo plazo de este tipo de exposiciones”.
La investigación relacionada a este artículo lo encuentras en http://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/acsnano.5b04583
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