Cuatro vans eléctricas sin conductor finalizaron su prueba de manejo de 13mil kilómetros de Italia a China -una versión moderna del viaje de Marco Polo alrededor del mundo.

Los vehículos, cada uno con un pasajero y equipado con cuatro scanners láser alimentados con energía solar y siete cámaras de video que trabajan juntas para detectar y evitar obstáculos, son parte de un experimento que pretente mejorar la seguridad  en las carreteras y poner a prueba la más avanzada tecnología automotriz. Los sensores en los vehículos les permitieron viajar a través de extremos cambiantes en la carretera, tanto de tráfico como de condiciones climáticas, al mismo tiempo que recolectaban información para ser analizada en investigaciones futuras, en un estudio patrocinado por el European Research Council.

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