Nuevo mapa de radiación cósmica de fondo plantea retos a las bases de la actual cosmología

 Radiación cósmica de fondo vista desde el telescopio espacial Planck. (Crédito: ESA)


Radiación cósmica de fondo vista desde el telescopio espacial Planck. (Crédito: ESA)

El mapa más completo jamás creado donde se muestra la radiación cósmica de fondo (CMB por sus siglas en inglés) –la radiación original causada por la Gran Explosión– se ha dado a conocer. El mapa, elaborado con información proveniente del telescopio espacial Planck de la Agencia Espacial Europea, revela algunas características que representan un reto a las bases mismas de nuestra actual comprensión del universo y podría requerir un nuevo tipo de física.

  • Las fluctuación en las temperaturas CMB a escalas angulares grandes no corresponden a las predichas por el modelo estándar de la física –sus señales no son tan fuertes como se esperaría de la estructura escalar más pequeña revelada por Plack.
  • Una asimetría en las temperaturas promedio en los hemisferios del cielo se opone a la predicción del modelo estándar de que el universo debe ser casi similar en cualquier dirección que veamos.
  • Una porción fría se extiende sobre una parte del cielo superior a lo que se esperaría.
  • La energía oscura, una fuerza misteriosa que se cree responsable de la aceleración de la expansión del universo, es menos importante de los que se pensaba.

Una manera de explicar las anomalías es proponer que en realidad el universo no es igual en todas direcciones en una escala mayor a lo que podemos observar. En este escenario, los rayos de luz provenientes del CMB podría haber tomado rutas más complicadas en el universo que lo previamente pensado, lo que da como resultado los patrones inusuales que se observan hoy.

La información de Planck coloca también un nuevo valor al promedio en el cual el universo se expande hoy, conocido como la constante Hubble.  A una velocidad de expansión de 67.15 kilómetros por segundo por megaparsec, es significativamente menos que el valor estándar actual en astronomía. La información implica también que el universo tiene 13.82 mil millones de años de antigüedad.

La imagen que aquí se muestra se basa en los 15.5 primeros meses de información proveniente de Planck y es la primera imagen completa de la luz más antigua del universo, impresa en el cielo cuando tenía sólo 380,000 años.

“El hecho que Planck haya realizado esta detección significativa de anomalías elimina cualquier duda sobre su realidad; no puede ya decirse que son errores en la medición. Las anomalías son reales y debemos buscar una explicación creíble”, dijo Paolo Natoli de la Universidad de Ferrara, Italia.

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