Kenneth Hayworth, neurocientífico, cree que puede vivir para siempre, según reporta Chronicle of Higher Education. Pero primero debe morir.

Kenneth Hayworth son su dispositivo Automatic Tape-collecting Lathe Ultramicrotome (ATLUM) (crédito: Kenneth Hayworth)

Kenneth Hayworth son su dispositivo Automatic Tape-collecting Lathe Ultramicrotome (ATLUM) (crédito: Kenneth Hayworth)

“La raza humana está en el camino a poder subir su mente: preservaremos un cerebro, lo cortaremos, lo simularemos en una computadora y lo podremos colocar en un robot”, dijo.

El desea que ese cerebro sea precisamente su cerebro. Quiere que sus 100 mil millones de neuronas y sus más de 100 billones de sinapsis sean encapsuladas en un bloque de resina transparente, antes de su muerte por factores naturales.

Entender la idea de Hayworth requiere comprender una nueva rama de la neurociencia llamada connectomics. Un connectome es un mapa completo de la circuitería neural del cerebro. Hayworth está seguro que crecerá esta rama de la neurociencia en los años por venir  -especialmente avances en la preservación del cerebro, replicación de la piel y la simulación en redes neurales, lo que encontrará una alternativa a la muerte.

Entre los partidarios y  estudiosos de la nueva rama, existe una gran teoría: Nosotros somos nuestros connectomes. Somos seres únicos  -la forma que pensamos, sentimos, actuamos-  está relacionada directamente con el cableado de nuestro cerebro. De manera distinta a nuestro genoma, el cual nunca cambia, los connectomes se modelan y remodelan por las experiencias de nuestra vida.

Un connectome humano sería el mapa más complicado que nunca habremos visto. Sin embargo, será posible antes de fin de siglo, si no es que antes, gracias a las nuevas tecnologías “que automatizan el proceso de ver lo pequeño”, tal y como Sebastian Seung escribió en su libro Connectome: How The Brain’s Wiring Makes Us Who We Are.

Hayworth ve en connectomics una alternativa a la muerte. En un nuevo ensayo publicado en la revista International Journal of Machine Consciousness, indica que subir la mente es un “reto enorme de ingeniería” pero que este reto se puede cubrir “con la tecnología y la ciencia que ya tenemos”.

Hayworth es fundador de la Fundación Para la Preservación del Cerebro, que ofrece un premio en efectivo al primer individuo o equipo de trabajo que preservar el connectome de un mamífero. Un protocolo confiable de preservación cerebral es posible en los siguientes cinco años, dice Hayworth. “Es posible que tengamos el cerebro de un ratón preservado muy pronto”.

La fundación ha publicado una Carta de Derechos para Preservar el Cerebro en su sitio web. “Es nuestro derecho inalienable elegir la muerte o elegir una posibilidad de vida futura para nuestra memorias y nuestra identidad”, declara el documento.

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