El “nano-oído”, una nano-partícula de oro de 60 nanómetros de diámetro utilizado en pinzas ópticas (un rayo láser) puede detectar sonidos a 60 decibelios, un millón de veces más pequeño que la frontera para el oído humano.

Investigadores de la Ludwig Maximilian University sugirieron que su trabajo podría iniciar un nuevo campo de “acústica micróscopia” en el cual los organismos son estudiados usando el sonido que emiten, usando para ello filas de nano-oídos en 3D y trabajando juntos para “escuchar” células o micro-organismos tales como bacterias o virus.

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