Científicos de U.S. Department of Energy’s Lawrence Berkeley National Laboratory (Berkeley Lab) han logrado polímeros que se enrollan por sí mismos en cuerdas a nanoescala similar a la complejidad estructural de materiales biológicos.

Este trabajo es el representa el último desarrollo en el esfuerzo por crear materiales a nanoescala que se autoensamblen y que simulen la complejidad y funcionalidad de la naturaleza, pero suficientemente duros como para soportar condiciones extremas de calor y resequedad.

Nanocuerdas

Nanocuerdas

Aunque todavía se encuentra en el estado temprano de desarrollo, la investigación podría conducir a nuevas aplicaciones que combinen lo mejor de ambos mundos. Quizá sean utilizados como punto de partida para guiar la construcción de cables a nanoescala y otro tipo de estructuras. O quizá se utilicen para desarrollar vehículos de entrega de medicina que tengan como objetivo enfermedades específicas a escala molecular, o para desarrollar sensores moleculares y dispositivos tipo cernidor que separen unas moléculas de otras.

Específicamente, los científicos crearon las condiciones para que polímeros sintéticos llamados polipéptidos puedan ensamblarse a sí mismos para crear estructuras más complicadas: primero en hojas, luego un paquete de hojas que su debido tiempo se enrollan y forman hélices que semejan una cuerda que mide sólo 600 nanómetros de diámetro (un nanómetro es una mil millonésima de metro).

“Este autoensamblador jerárquico es el sello distintivo de materiales biológicos tales como el colágeno, pero crear materiales sintéticos que simulen esta propiedad ha sido un reto muy especial”, dijo Ron Zuckermann.

“La naturaleza usa el largo exacto y la secuencia apropiada para desarrollar estructuras altamente funcionales. Un anticuerpo puede reconocer una forma de proteína sobre otra sin problema, y queremos simular eso”, añadió Zuckermann.

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