Células de leucemia (crédito: PLoS/Wikimedia Commons)

Células de leucemia (crédito: PLoS/Wikimedia Commons)

Lukas Wartman, médico especialista en leucemia e investigador, desarrolló la enfermedad. Al tiempo que enfrentaba su inevitable muerte, sus colegas secuenciaron el genoma de su cáncer. El resultado fue un tratamiento completamente inesperado.

Los investigadores esperaban que con la secuenciación completa del genoma, el tratamiento sería al nivel de las mutaciones del tumor individual, y que con drogas, eventualmente, daría cuenta de varios genes aberrantes de una sola vez.

Lo importante, indicaron los investigadores, es que son los genes los que ocasionan el cáncer, no el tejido o el órgano  -hígado o cerebro, hueso, sangre o colon-  y que son ellos el origen del cáncer.

Los investigadores no estuvieron de acuerdo en qué tan pronto esté método estaría disponible en el seguro médico -estiman un rango de pocos años hasta una década-. Sin embargo, creen que el tratamiento es una promesa enorme, aunque no cura a nadie aún.

Los costos de la secuencia del genoma se han desplomado y existe una explosión en la investigación en esa dirección; los expertos creen que este tipo de análisis genéticos del cáncer serán una rutina médica.

Grandes corporaciones médicas y pequeños laboratorios por igual están en esta investigación de prueba de drogas que ataquen el gen en lugar del tumor mismo. Los investigadores más destacados están fundando empresas para encontrar genes que podrían ser la causa para que un cáncer evolucione, analizando información genética y probando nuevas drogas con objetivos genéticos.

Por el momento, la secuencia del genoma completo está en su niñez y es extremadamente complejo -y aún caro. La secuenciación de los genes es sólo el inicio -son miles de millones de pequeñas piezas, como una especie de rompecabezas gigante. Lo realmente difícil es identificar qué mutaciones son importantes, una tarea que requiere mucho conocimiento, experiencia e instinto.

En contra de todos los pronósticos, el cáncer de Wartman ha disminuido y ha estado así desde el último verano. Nadie puede asegurar que ha sido curado, pero es ya pionero en caminos nuevos de enfrentar el cáncer.

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