Investigadores de la Universidad del Estado de Arizona han creado un material que puede sentir el daño en materiales estructurales, tales como fisuras en compuestos reforzados de fibra, e incluso repararlo. El objetivo de desarrollar “estructurales adaptables autónomas” es simular la habilidad de los sistemas biológicos, los huesos por ejemplo, para sentir la presencia de algún daño, detener su progreso, y regenerarse.

El nuevo material autónomo fue desarrollado por Henry Sodano y sus colegas, usa polímero “con memoria adaptable” y una red incorporada de fibra óptica que funciona como detector de daños así como un sistema de
estímulos termales. El sistema genera una respuesta que simula el sistema sensorial y tendencias curativas avanzadas de los sistemas biológicos. Un láser infrarrojo transmite luz a través de la fibra óptica para calentar de manera local el material, estimulando la resistencia y mecanismos de curación.

El sistema del material es capaz de incrementar la resistencia de un espécimen hasta por 11 veces. Después de hacer más duro el material, la fisura puede cerrarse utilizando el efecto de memoria adaptable para recuperar un 96 por ciento de la dureza original del objeto, lo cual no tiene precedentes. En realidad, después que la fisura se cierra, el nuevo material puede ser hasta cinco veces más duro que el original. El material y el proceso de curación pueden aplicarse mientras la estructura está en operación, lo cual no ha sido posible con técnicas existentes de reparación.

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