La Gran Muralla Verde China ayuda a disminuir el CO2 de la atmósfera

biomasaAdemás de tener un mejoramiento en el uso eficiente de la energía, el cuidado y vigilancia de las emisiones de la industria, así como expandir el uso de energías renovables, China también ha estado incursionando en otra frontera indispensable para reducir el calentamiento global.

De acuerdo con un estudio publicado recientemente en la revista Nature Climate Change, la cantidad total de carbono almacenado en toda la biomasa viviente sobre el suelo se ha incrementado globalmente en casi 4mil millones de toneladas desde el 2003, con una contribución notable de China en este incremento.

“El aumento de la vegetación proviene principalmente de una combinación afortunada de factores ambientales y económicos, así como proyectos masivos de plantación de árboles en China”, dijo Liu Yi, autor principal del estudio, en un comunicado de prensa. Liu forma parte del Centro de Excelencia para la Ciencia del Cambio Climático de la Universidad del Nuevo Gales del Sur, en Australia.

Liu dijo que “la vegetación se ha incrementado en las sabanas en Australia, África y América del Sur como resultado de un incremento en la lluvia, mientras que en Rusia y la antigua Unión Soviética hemos visto un aumento de los bosques en tierras de siembra ya no utilizadas. China fue el único país que incrementó sus bosques de manera deliberada utilizando proyectos de plantación de árboles”.

En una entrevista vía email, Liu comento a ClimateWire que “el mayor crecimiento de vegetación en China se observa en la parte norte relacionada con la Gran Muralla Verde”. Adicionalmente, se ha dado también un incremento en la vegetación del sur de China, aunque no se tiene ninguna pista sobre la causa de este crecimiento, dijo el científico.

La Gran Muralla Verde China –conocida anteriormente como “Programa De Escudo Forestal del Norte”– es considerado por algunos expertos como el mayor proyecto de ingeniería en el planeta. Desde 1978 al menos 161,000 kilómetros cuadrados de bosque han sido plantados por ciudadanos chinos a través del árido norte, en un esfuerzo por ponerle un alto al Desierto Gobi. Una vez el proyecto esté finalizado para el año 2050, existirá un cinturón masivo de árboles en toda esa región.

No es claro aún el impacto de largo plazo

Sin embargo, el proyecto de La Gran Muralla Verde China, tiene sus detractores en la comunidad científica. Algunos científicos temen que la plantación de árboles en lugares que no los tienen de manera natural, podría crear más daño que beneficio, consumiendo grandes cantidades de agua. Otros cuestionan el promedio de mortalidad de estos árboles y si esto afectará negativamente a hierbas y arbustos, que son por lo general más resistentes a la sequía y proporcionan un control más efectivo de la erosión.

“Los problemas ecológicos son complejos y el resultado a largo plazo resulta aún poco claro”, dijo David Shankman, profesor emérito de Geografía en la Universidad de Alabama en Tuscaloosa, y crítico prominente del proyecto Gran Muralla Verde China.

Liu, quien cooperó con un equipo internacional de científicos dando seguimiento a los cambios en la vegetación global, indicó que no tiene la información completa de este debate. “Sin embargo, desde las observaciones realizadas vía satélite, podemos concluir que este proyecto de plantación de árboles puede incrementar el almacenamiento de carbono en la vegetación, lo que consecuentemente ayudará a remover el dióxido de carbono de la atmósfera”.

El estudio muestra que los esfuerzos de reforestación por parte de China, conjuntamente con la repoblación de bosques en Rusia y países vecinos, desplaza apenas la mitad de la pérdida ocasionada por la deforestación tropical. Mientras que el planeta se hace cada vez más verde como un todo, sigue dándose una pérdida masiva de vegetación en muchas regiones, con la mayor reducción registrada en la selva del Amazonas y Sumatra y Kalimantan, provincias de Indonesia.

Liu y sus colegas estudiaron la biomasa de la vegetación utilizando mediciones vía satélite de los cambios en la radiación de radiofrecuencia emitida por la superficie del planeta, una técnica conocida como teledetección pasiva de microondas. La información fue extraída de varios satélites y conjuntada, cubriendo de 1993 al 2012.

Las plantas juegan un papel significativo en el control del cambio climático, absorbiendo alrededor de un cuarto del dióxido de carbono que es emitido en la atmósfera por el uso de combustible fósil y otras actividades. Los autores del estudio indican que aunque un incremento en los bosques significa mayor absorción de dióxido de carbono, la única manera real de reducir el impacto del calentamiento global a largo plazo es reducir el uso de combustible fósil.

Artículo original: [http://www.scientificamerican.com/article/china-s-great-green-wall-helps-pull-co2-out-of-atmosphere/]