Construir una supercomputadora réplica del cerebro humano

Proyecto Cerebro Azul: velocidad versus memoria (crédito: Henry Markram)

Proyecto Cerebro Azul: velocidad versus memoria (crédito: Henry Markram)

El Proyecto Cerebro Humano (HBP por sus siglas en inglés), encabezado por Henry Markram y con un presupuesto de 1.3 mil millones de dólares aprobado por la Comisión Europea el paso enero, planea integrar los descubrimientos realizados por tres proyectos previos: Allen Brain Atlas, Proyecto Human Connectome y el Proyecto Brain (Mapa de Actividad Cerebral).

El HBP es un intento ambicioso de construir un modelo completo de un cerebro humano utilizando ingeniería reversa predictiva y simular este cerebro en una supercomputadora Blue Gene de IBM. Markram planea entregar a la Unión Europea un prototipo funcional de ese sistema en sólo 18 meses.

De acuerdo con John Donoghue, neurocientífico de la Universidad Brown y uno de los elementos principales del Proyecto Brain, el HBP proporcionará un medio para probar ideas que podrían surgir de la información del Mapa de Actividad Cerebral, y esa misma información dará forma a los modelos simulados en el Proyecto Cerebro Humano.

Markram trabaja simultáneamente en cuatro cosas: tiene en funcionamiento un laboratorio húmedo (wet lab) que reúne información a través de experimentos en tejido cerebral, construcción de un modelo a pequeña escala y simulación de la neo-corteza cerebral de una rata (su proyecto inicial de Cerebro Azul), dirige el Proyecto Cerebro Humano, y administra la simulación de aspectos del HBP, construyendo un cerebro humano virtual a partir de toda esta información.

Markram considera que el mayor logro potencial de su ‘ente’ sería lograr determinar las causas de casi 600 enfermedades cerebrales conocidas hasta el momento. Piensa lograr este objetivo conectando su modelo cerebral a sensores robóticos y grabar simultáneamente lo que el robot siente y ‘piensa’ a medida que explora el medio ambiente físico, correlacionando las señales visuales con la actividad cerebral simulada a medida que la máquina aprende sobre el mundo.

Un neurocientífico podría entonces ver la grabación de esas percepciones como distorsionadas por una simulación de daño cerebral. En un ambiente inmersivo 3D, el investigador podría ver el mundo como un esquizofrénico a medida que observa lo que sucede en la mente afectada por esa enfermedad.

Markram ha señalado la posibilidad que un ente encapsulado en un robot podría llegar a ser consciente de sí y el mundo exterior.  Construido a partir del modelo de Markram y con la suficiente experiencia del mundo, la máquina podría iniciar una especie de pensamiento independiente.

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