Los robots han dado un paso más (un poco raro) hacia convertirse en nuestros amos.

Científicos de la Technische Universität München (TUM)  están desarrollando una piel artificial para robots que proporcionará información táctil al robot para complementar la información que recibe de las cámaras, escáneres infrarojos y el toque de sus manos.

La idea es permitir a los robots saber cuando toca un objeto de manera que pueda visualmente buscarlo para identificar lo que tocó. La visión por sí sola no es suficiente, explican los científicos, ya que algunos objetos pueden estar escondidos, no visibles. Sí, puede ser algo favorable si tu robot personal sabe que no debe cortar tu dedo en lugar de la zanahoria.

La “piel” consiste en realidad cuatro sensores infrarojos y una computadora que detectan cualquier cosa más cercana a un centímetro, y realiza la función de los pequeños vellos humanos que son suavemente golpeados por el medio circundante. Tienen también seis sensores de temperatura y un acelerómetro que permite al robot determinar con exactitud el movimiento de sus brazos y piernas.

El comunicado de prensa del TUM indica que “las máquinas inteligentes desarrollan auto-conciencia… Estas máquinas algún día serán capaces de incorporar nuestras capacidades fundamentales neurobiológicas y darse una impresión propia de lo que somos-  el robot dará entonces un paso más cercano hacia la humanidad”.

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