En el camino hacia la comprensión de cómo los genes influyen el desarrollo de la inteligencia, un equipo internacional de científicos ha identificado una red de genes que puede incrementar el rendimiento en pruebas IQ por medio de la construcción y aislamiento de conexiones en el cerebro.
Los científicos han identificado cerca de 20 variantes genéticas asociadas con la inteligencia, y debido a que los efectos de estos genes son muy sutiles en el cerebro, Paul Thompson, neurólogo de la Universidad de California, Los Angeles, vislumbra una estrategia de larga escala para abordar este problema.
Thompson co-fundó ENIGMA Network en el 2009, un consorcio internacional de investigadores que combinan el escaneo del cerebro con información genética para estudiar la estructura del cerebro y su funcionamiento.
A principios de este año, Thompson y sus colegas indicaron que habían identificado variantes genéticas asociadas con el tamaño de la cabeza y el volumen del hipocampo, una estructura cerebral que es crucial para el aprendizaje y la memoria. Una de estas variantes fue incluso asociada, aunque débilmente, con la inteligencia. Las personas que tienen esta variación genética logran en promedio 1.29 puntos más en las pruebas de inteligencia que los demás, por lo que se le considera de los más fuertes candidatos como gen de inteligencia hasta el momento.
Últimamente, los investigadores han utilizado la misma estrategia para identificar más variaciones genéticas asociadas con la estructura del cerebro y el IQ. En un nuevo estudio identificaron ya 24 variaciones genéticas dentro de seis genes distintos, de los cuales todos están ligados a diferencias en la integridad estructural de vías principales del cerebro. “Medimos el aislamiento de esas vías neuronales”, indicó Thompson. “Afectan qué tan rápido los impulsos nerviosos son enrutados dentro del cerebro. Si las vías están pobremente aisladas, las funciones del cerebro son menos eficientes y menos resistentes a enfermedades”.
Muchos de los genes eran ya conocidos, pero “no habían sido ligados con la integridad cerebral antes”, señaló THompson. Añade que “estos genes ayudan a crear membrana celular y conexiones” en vías que están relacionadas con habilidad espacial de movimiento y memoria funcional, lo que permite el almacenamiento de información en períodos cortos de tiempo al tiempo que se ejecutan otras tareas mentales.
Los investigadores también descubrieron que algunas variantes están asociadas a la inteligencia, y que individuos que contienen estas variaciones tienen un rendimiento mejor en varios puntos en las pruebas de IQ estandarizadas que los que no las contienen.
El reporte completo del estudio en inglés lo encuentras aquí.
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