Una nueva metáfora para el sexo: Al Vernacchio

Por alguna razón, según el educador Al Vernacchio, las metáforas que se usan para hablar sobre el sexo en Estados Unidos vienen del béisbol: anotar una carrera, llegar a primera base, etc. El problema de esto es que se establece un marco en el que el sexo es una competición, con ganadores y perdedores. En su lugar, sugiere una nueva metáfora para el sexo, que guarda mas relación con compartir el placer, el diálogo y el acuerdo, la satisfacción y el disfrute. Estamos hablando de… la pizza.

al-vernacchioQuisiera hablarles hoy sobre una forma completamente nueva de pensar sobre el sexo y la educación sexual, por comparación.

Si hablas con alguien hoy en Estados Unidos sobre el sexo, pronto descubrirán que no solo están hablando sobre relaciones sexuales, sino también sobre béisbol. Porque el béisbol es la metáfora cultural dominante que los estadounidenses usan para pensar y hablar sobre el sexo, y lo sabemos porque tenemos todo este vocabulario en Inglés que parece que habla sobre béisbol pero realmente se refiere al sexo.

así que, por ejemplo, puedes ser un “lanzador” o un “receptor” dependiendo de si realizas un acto sexual o si te hacen un acto sexual. Por supuesto, están las bases, que se refieren a actividades sexuales específicas que ocurren en un orden determinado, cuyo resultado final es anotar una carrera o anotar un cuadrangular, lo que normalmente significa tener el coito hasta llegar al orgasmo, al menos para el chico. (Risas) Puedes ser ponchado lo que significa que no has conseguido tener nada de sexo. Y si eres un calientabanquillos, puede que seas virgen o alguien que por la razón que sea no está en el partido, quizás por tu edad o debido a tu habilidad o a tu destreza. El bate es el pene, y el foso es la vulva o vagina. El guante del receptor es el condón. un bateador ambidiestro es alguien bisexual, y los gays y lesbianas jugamos para el equipo contrario. Y por último tenemos esta expresión: “Si hay césped en el campo, juega la bola.” Que generalmente se refiere a que si alguien joven, concretamente una chica joven, ya tiene vello púbico a su edad, tiene edad suficiente para poder tener relaciones sexuales.

Este modelo del béisbol es sumamente problemático. Es sexista. Es homófobo. Es competitivo. Enfocado en los objetivos. Y no puede derivar en una sexualidad sana ni en jóvenes ni en adultos. Así que necesitamos un nuevo modelo. Estoy aquí hoy para ofrecerles ese nuevo modelo. Y está basado en la pizza.

La pizza es algo universalmente conocido y la mayoría de la gente la asocia con una experiencia positiva. Así que hagamos lo siguiente. Vamos a coger el béisbol y la pizza y a compararlos al hablar de tres aspectos de las relaciones sexuales: aquello que desencadena las relaciones sexuales lo que ocurre durante el sexo, y el resultado esperado de la relación sexual.

Así que, ¿cuándo juegas al béisbol? Juegas cuando es temporada de béisbol y cuando hay un partido en el calendario. No es precisamente tu elección. Así que en un baile de graduación o la noche de bodas. o en una fiesta, o si tus padres no están en casa, entonces, ¡es hora de batear! Te imaginas diciéndole a tu entrenador “la verdad es que no me apetece jugar hoy”, “creo que me quedaré fuera de este partido.” No es así como ocurre. Y cuando te reunes para jugar al béisbol, inmediatamente se forman dos equipos contrarios, uno que juega a la ofensiva y otro a la defensiva, alguien que intenta avanzar por el terreno de juego, normalmente el chico. Y alguien que intenta detener el avance del equipo contrario. Lo que suele ser tarea de la chica. Es competitivo. No estamos jugando juntos. Estamos jugando uno contra el otro. Y a la hora de jugar un partido, no hace falta que nadie diga que hay que hacer o como este partido de béisbol puede beneficiarnos. Todo el mundo conoce las reglas. Simplemente te colocas en tu posición y juegas el partido.

¿Pero qué ocurre con la pizza? Bueno, comes una pizza cuando te apetece. Empieza con una sensación interna, deseo interno o necesidad. “Mmm. Podría ir por una pizza”. (Risas) Y debido a que se trata de un deseo interno, es que tenemos cierto control sobre ello. Podría decidir que tengo hambre aun sabiendo que no es buen momento para comer. Y cuando vamos con alguien por una pizza, no estamos compitiendo con el otro, buscamos una experiencia que ambos podemos compartir que nos satisface a los dos, y cuando vas con alguien por pizza, ¿qué es lo primero que haces? Hablas sobre ello. Hablas de lo que quieres. Hablas de lo que te gusta. Incluso puedes negociar.

“¿Qué te parece el pepperoni?” (Risas)

“No me gusta mucho, soy más de champiñones”.

“Bueno, podemos tomar la mitad de cada una”.

Incluso si llevas comiendo pizza con alguien desde hace mucho tiempo, todavía dices cosas como, “¿Deberiamos tomar lo de siempre?” (Risas) “¿O quizá algo un poco más atrevido?”

De acuerdo, así que si estás jugando al béisbol, si hablamos de lo que ocurre durante la relación sexual, cuando juegas al béisbol, se supone que tienes que recorrer las bases una a una en un determinado orden. No puedes golpear la bola y recorrer todo el campo. No funciona así. Y tampoco puedes llegar a la segunda base y decir, “Me gusta esto. Voy a quedarme aquí.” No. Y también, por supuesto, en el béisbol hay un equipo específico y unas habilidades concretas. No todo el mundo puede jugar al béisbol. Es muy restrictivo.

Bien, ¿pero y con la pizza? Cuando intentamos averiguar que es bueno en una pizza. ¿no se trata de aquello que nos gusta? Hay un millón de pizzas diferentes. Un millón de ingredientes distintos. Existe un millón de formas diferentes de comer pizza. Y ninguna incorrecta, simplemente son diferentes. Y en este caso, las diferencias son algo bueno, porque eso hace que aumenten las posibilidades de que tengamos una experiencia satisfactoria.

Y finalmente, ¿qué resultado esperamos en el béisbol? Pues en el beísbol, tú juegas para ganar. Anotar tantas carreras como puedas. Siempre hay un ganador en el béisbol, lo que significa que siempre hay un perdedor en el béisbol.

¿Pero qué me dicen de la pizza? Bueno, con la pizza, realmente no hay victoria, ¿cómo se gana una pizza? No puedes. Pero, lo que si buscas es la respuesta a, “¿Estamos satisfechos?” Y a veces eso puede significar diferentes cantidades en momentos diferentes o con gente distinta o días distintos. y decidimos cuando nos sentimos satisfechos. Si todavía tenemos hambre, podemos comer algo mas. Sin embargo, si comes demasiado, te sientes saciado.

(Risas)

Así que, ¿Y si tomamos este modelo basado en la pizza y le damos un sitio destacado en la educación sexual? Gran parte de la educación sexual que existe hoy está muy influenciada por el modelo del béisbol, y da lugar a un tipo de educación que en vez de contribuir genera una sexualidad malsana en los jóvenes. Y esos jóvenes se convierten en adultos.

Pero si podemos dar una educación sexual que sea parecida a la pizza, crearemos una educación que invite a la gente a pensar en sus propios deseos, a tomar sus propias decisiones sobre lo que quieren, a hablar de ello con sus compañeros, y finalmente a buscar no algún tipo de resultado externo sino aquello que nos da satisfacción y que decidimos tener.

Puede que hayan notado al comparar el béisbol con la pizza, que en el béisbol todo son órdenes. Todas con signos de exclamación. Mientras que con el modelo de la pizza, tenemos preguntas. ¿Y quién debe contestar esas preguntas? Lo hace uno mismo.

Así que recuerden, cuando pensemos sobre educación sexual y relaciones sexuales, béisbol, estás fuera. La pizza es la mejor manera de pensar sobre el sexo de forma sana y gratificante, y tener una buena comprensión de la educación sexual.

Muchas gracias por su tiempo.

(Aplausos)

Pero si podemos dar una educación sexual que sea parecida a la pizza, crearemos una educación que invite a la gente a pensar en sus propios deseos, a tomar sus propias decisiones sobre lo que quieren, a hablar de ello con sus compañeros, y finalmente a buscar no algún tipo de resultado externo sino aquello que nos da satisfacción y que decidimos tener.

Tomado íntegro de Ted, Ideas que vale la pena difundir.