Una internet en el fondo del mar

Arquitectura de una internet en el fondo del mar. (crédito: Yifan Sun and Tommaso Melodia)

Arquitectura de una internet en el fondo del mar. (crédito: Yifan Sun and Tommaso Melodia)

Investigadores de la Universidad de Búfalo están desarrollando una Internet en alta mar que podría conducir a mejoras en la detección de tsunamis, búsqueda de petróleo y gas natural, vigilancia y monitoreo de contaminación, entre otras actividades.

“Una red inalámbrica bajo el mar nos proporcionará una capacidad sin precedentes para recolectar y analizar datos de nuestros océanos en tiempo real”, dijo Tommaso Melodia, profesor de ingeniería eléctrica y también investigador principal del proyecto.

“Colocar esta información a disposición de cualquier persona con un smartphone o un computador, sobre todo cuando se produce un tsunami u otro tipo de desastre, podría ayudar a salvar vidas”.

Las ondas de radio funcionan muy mal bajo el agua. Esta es la razón por la que organismos como la Armada y la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos (NOAA) utilizan ondas de sonido para comunicarse bajo el agua.

Por ejemplo, la NOAA  se basa en ondas acústicas para enviar datos desde los sensores de tsunami en el fondo del mar hasta la superficie, donde están las boyas. Las boyas convierten esas ondas sonoras en ondas de radio para que sean enviados hacia un satélite, que a su vez vuelve a dirigir las ondas de radio hacia la Tierra nuevamente.

Creación de una Internet en el fondo del mar

Muchos sistemas en todo el mundo utilizan este paradigma, dice Melodia, pero intercambiar datos entre ellos resulta difícil ya que cada sistema tiene a menudo una infraestructura diferente.

El marco de referencia que Melodia está ya desarrollando resolvería ese problema. Transmitiría datos desde las redes de sensores submarinos actuales hacia laptops, smartphones y otros dispositivos móviles en tiempo real y permitiría el uso del protocolo tradicional TCP/IP.

Melodia hizo pruebas con el sistema recientemente en Lake Erie, a pocos kilómetros al sur de la ciudad de Búfalo. Hovannes Kulhandjian y Zahed Hossain, candidatos de doctorado y colaboradores, colocaron dos sensores de 40 libras dentro del agua.

Kulhandjian escribió un comando en su laptop. Segundos después, una serie de chirridos agudos fueron emitidos  desde un muro de hormigón cercano, una indicación de que la prueba había funcionado.

Con financiamiento de la Fundación Nacional de Ciencias, el equipo, que incluye a 15 personas de la Universidad de Búfalo, lleva a cabo investigaciones en comunicaciones inalámbricas y redes, las radios cognitivas, ambientes extremos ( bajo agua, bajo tierra) de comunicaciones , comunicaciones seguras, ocultamiento de datos, teoría de la información y codificación, procesamiento de señales adaptativa, sensores comprimidos, sistemas multimedia, imágenes de resonancia magnética y sistemas de radar.

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