El robot e-puck está equipado con sensores para reconocer su fuente de alimento.

El robot e-puck está equipado con sensores para reconocer su fuente de alimento.

Un grupo de investigación de la University of Lausanne (UNIL) y EPFL, demostraron que los sistemas de comunicación pueden evolucionar de manera diferente dentro de las mismas especies e incluso dentro del mismo ambiente. La investigación podría ayudar a un mejor entendimiento de la comunicación dentro del reino animal.

Los científicos dieron seguimiento la evolución de la comunicación en 100 grupos de 20 robots sobre el curso de 1000 generaciones. Los robots estaban equipados con una cámara que detectaba el ambiente, ruedas y un anillo que les permitía emitir señales azules o verdes.

Posicionados de tal manera que tenían que localizar la fuente de alimento virtual que era solamente visible cuando estaban ya allí. Su comportamiento era guiado por redes neurales controladas por genes que podrían evolucionar por mutación y selección en el curso de sucesivas generaciones.

Un experimento inicial mostró que los robots rápidamente desarrollaban sistemas de comunicación que les permitía transmitir información sobre la localización de alimento a sus pares. El uso de un  color único para indicar el lugar del alimento probó ser más efectivo que un sistema de dos colores.

“Sabemos que los sistemas de comunicación en el reino animal son muy complejos, y esta diversidad evolucionó en un largo periodo de tiempo”, indicó Laurent Keller. “Nuestro experimento muestra  que ocurre, y además indica que los factores ambientales no son los únicos involucrados, como uno podría pensar. Los robots arrojaron nueva luz sobre este proceso evolutivo”.

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