Robot chita del MIT compite con animales reales en eficiencia

Sangbae Kim trabaja en un chita de 70 libras diseñado en el MIT (crédito: M. Scott Brauer)

Sangbae Kim trabaja en un chita de 70 libras diseñado en el MIT (crédito: M. Scott Brauer)

Un guepardo robot de 70 libras diseñado por investigadores del MIT podría muy pronto superar a sus contrapartes animales en eficiencia.

En pruebas de laboratorio, los investigadores pudieron demostrar que el robot –del tamaño y peso aproximado de un chita real– desperdicia muy poca energía mientras trota continuamente hasta por hora y media a una velocidad superior a 8 kilómetros por hora.

La clave para este paso sostenido: motores eléctricos ligeros colocados en sus hombros que ejercen una alta torsión con muy poco desperdicio de calor.

Los motores pueden programarse para ajustarse rápidamente al promedio de rigidez y amortiguamiento –o suavidad– en respuesta a fuerzas externas, como el empuje o cambios en el terreno.

Sangbae Kim, profesor asistente del Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT, indica que ha sido extremadamente difícil obtener una alta eficiencia en robots con extremidades. Los robots, como el “Big Dog” de Boston Dynamic, utiliza motores muy pesados de gasolina y transmisiones hidráulicas, mientras que otros robots alimentados eléctricamente requieren grandes baterías, equipos, sensores de fuerza y resortes para coordinar las junturas en la pierna del robot.

Todo este equipamiento significa un alto desperdicio de energía, particularmente cuando las extremidades del robot requieren un contacto frecuente con el piso, ya sea al trote o al galope.

“Para enviar un robot en búsqueda personas o a realizar tareas de emergencia, como el escenario de Fukushima, deseas que el robot sea autónomo”, dijo Kim. “Si éste puede correr por más de dos horas y cubrir un amplio espacio, eso sería muy útil. Sin embargo, una de las razones por las cuales se cree que es imposible construir un robot eléctrico que tenga estas características es que las pruebas hasta el momento han tenido resultados negativos”.

Kim añade que parte del reto de alimentar robots con motores eléctricos es que los robots requieren una respuesta flexible a partir del impacto, alto poder, esfuerzo de torsión y eficiencia –características que han sido históricamente difíciles de lograr con motores eléctricos.

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