Proyecto chino en busca de la genética del genio

(Crédito: iStockphoto)

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Investigadores del BGI (anteriormente conocido como el Instituto Genómico de Beijing) en Shenzhen, China, que cuenta con las instalaciones más grandes dedicadas a la secuencia genética en el mundo, buscan los rasgos del ADN que contribuyen a formar genios en un estudio éticamente controversial.

El grupo realiza el estudio del genoma de 1600 adolescentes de los Estados Unidos que entraron al programa Estudio de Jóvenes Matemáticamente Precoces (SMPY por sus siglas en inglés) en la década de 1970.

Algunos genetistas consideran que es altamente improbable que puedan encontrar algo de interés ya que la muestra es muy pequeña y la inteligencia demasiado compleja.

La inteligencia tiene un componente genético sustancial. Estudios en gemelos indican que los factores genéticos deberían explicar significativamente más del 50 por ciento de variación en la inteligencia general en adultos –la cantidad abstracta medida en las pruebas de inteligencia. Estas tienen correlación directa con algunos atributos, tales como logros académicos e ingreso económico. Aunque los genetistas han identificado cientos de genes en los cuales una sola mutación conduciría a dificultades de aprendizaje y desarrollo, las variantes genéticas que residen en nuestra diversidad en términos de inteligencia permanecen sin conocerse. En general se asume que, como en el caso de ciertas características como la altura de un individuo, existen miles de variantes, y los pequeños efectos combinados influyen la capacidad mental.

Hasta el momento, la búsqueda para identificar variantes ligadas a la inteligencia ha dado resultados nulos y positivos falsos, incluso después de estudios de largo alcance y bien diseñados. En el 2010, un equipo encabezado por Robert Plomin, genetista conductual de King’s College London, no logró encontrar una sola variante asociada a la inteligencia después de examinar 350,000 variaciones en letras simples de ADN, o SNP (Polimorfismo de nucleótido simple, por sus siglas en inglés), a través del genoma de 7,900 niños.

Sin embargo, los científicos del BGI consideran que su muestra de jóvenes super inteligentes les dará información valiosa, ya que utilizan también muestras de ADN de otras 500 personas seleccionadas por ellos –aunque de una manera menos rigurosa.

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