(Crédito: iStockphoto)

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El Secretario de Defensa de los Estados Unidos, León E. Panetta, alertó el pasado jueves (oct. 11) que los Estados Unidos enfrentan la posibilidad de un “ciber-Pearl Harbor” y que este país es cada vez más vulnerable a hackers foráneos que podrían desmantelar el suministro de corriente eléctrica, el sistema de transporte, redes financieras y gubernamentales, dijo a  The New York Times.

Dijo que él sólo estaba reaccionando a la creciente agresividad y avances tecnológicos de los adversarios de los Estados Unidos, quienes tras bambalinas fueron identificados como China, Rusia, Irán y otros grupos militantes.

“Un agresor o grupo extremista podría utilizar este tipo de ciber-herramientas para obtener control de interruptores críticos”, dijo Panetta. “Podrían descarrilar trenes de pasajeros, o incluso aún más peligroso, descarrillar trenes con químicos letales. Podrían contaminar el suministro de agua en nuestras grandes ciudades o afectar el suministro eléctrico en grandes porciones del país”.

Oficiales de la Secretaría de Defensa insistieron que las palabras de Panetta no eran una hipérbole y que él estaba respondiendo a una reciente oleada de ciber-ataques sobre instituciones financieras norteamericanas. El secretario citó un ataque ocurrido en agosto pasado dirigido a la empresa estatal de petróleo Saudi Aramco, que afectó y dejo inservibles 30,000 computadoras.

Panetta está igualmente presionando a los legisladores en Capitol Hill. Requerirá nuevos estándares en instalaciones e infraestructura críticos -como plantas de energía, instalaciones para tratamiento de agua, conductos de gas-  en donde una falla en computación podría causar muchas bajas o daño económico.

En agosto pasado, una ley sobre ciber-seguridad considera prioritaria para la actual administración fue bloqueada por un grupo de republicanos, encabezados por el senador John McCain, de Arizona, quien tomó la bandera de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos y dijo que sería demasiada carga para las corporaciones.

Las mayores posibilidades de destrucción, según Panetta, incluyen “la ejecución de ciber-ataques conjuntos, al mismo tiempo, sobre la infraestructura crítica, en combinación con un ataque físico”. Panetta describió el resultado global como “un ciber-Pearl Harbor que causaría destrucción y pérdidas de vida, un ataque que paralizaría y golpearía a los Estados Unidos y crearía un nuevo sentido de vulnerabilidad”.

Panetta indicó que los Estados Unidos podrían redefinir su defensa en el ciberespacio a medida que lo requiera su capacidad para detectar o anticipar ataques sobre sus redes de computación, y tomar así acción preventiva.   Estas mismas medidas de ofensiva serían utilizadas en represalias para ataques que tengan objetivos norteamericanos en la mira.

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