Un equipo de investigadores afiliados al El Instituto de Nanobiotecnología de la Universidad Johns Hopkins usó campos eléctricos precisos como “tweezers” para guiar y colocar nanocables de oro (cilindros metálicos de pocos cientos de nanometros o aún más pequeños de diámetro) en lugares predeterminados, cada uno en una célula individual.
Las moléculas que recubren la superficie de los nanocables desencadenan una cascada de acciones bioquímicas solamente en las células que contienen los nanocables, sin afectar a ninguna de las células circundantes. Los investigadores indican que esta técnica podría conducir a mejores formas de estudiar células individuales o incluso partes de la célula, y eventualmente conducir a formas novedosas de medicación.
Los investigadores pueden, con la nueva técnica, tratar células que muestras propiedades cancerigenas (promedio más alto de división y morfología anormal), mientras deja intactas a las células saludables vecinas.
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