Algas y bacterias fotosintéticas esconden un tesoro – moléculas de grasas conocidas como lípidos- que pueden convertirse en biocombustible renovable. Tales microorganismos ofrecen una alternativa atractiva a la opción de combustibles fósiles que es ya insostenible y como opción a los biocombustibles que requieren tierra fértil.

cyanobacteria

La Cyanobacteria capaces de producir alrededor de 15mil galones de biocombustible por acre  -más de 100 veces que otros productos como el maíz-  y requiere sólo nutrientes simples, luz solar, y CO2 para crecer.

Sin embargo, los ingredientes celulares requeridos para lograr el biocombustible hasta el  momento han tenido un alto precio, tanto económicamente como en el medio ambiente.

Los químicos requeridos en el proceso son extremadamente tóxicos.

Jie Sheng y sus colegas en el Arizona State University’s Biodesign Institute, están  explorando nuevos métodos para la extracción de lípidos por medios menos dañinos. El equipo ha intentado de manera exitosa varias fórmulas que recuperan los lípidos con alta eficiencia. Los resultados del grupo aparecen en la revista Bioresource Technology.

Los dos mejores candidatos para la producción biosintética de biocombustibles -algas y  cyanobacteria- pueden ser listas para producir gasolinas verdes, diesels y otros tipos de  biocombustibles. Sin embargo, como lo hace notar Sheng, la cyanobacteria ofrece varias  ventajas cruciales como fuente de lípidos. “La cyanobacteria, particularmente la versión que usamos (conocida como Synechocystis), es muy simple y su código genético está  completamente secuenciado, por lo que podemos modificarlas con facilidad. Tal reingeniería genética permitirá optimizar la cantidad y calidad de la producción de lípidos para biocombustibles”.

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