El cuerpo humano contiene un 10 por ciento de células humanas y un 90 por ciento de microbios, ¿y porqué no tratamos ambos?
(Crédito: ACS Journal of Proteome Research)
Liping Zhao, Jeremy K. Nicholson y sus colegas explican que los seres humanos somos lo que llamamos “superorganismos” ya que nuestro cuerpo contiene un 10 por ciento de células humanas y un 90 por ciento de microbios, que viven principalmente en nuestros intestinos.
Debido a esto, los científicos ven ahora a las personas como vastos ecosistemas en los cuales el humano, las bacterias, hongos y otros tipos de células interactúan entre ellos. Los microbios, por ejemplo, liberan substancias que determinan si los genes humanos se encienden o pagan y también afectan de manera directa el sistema inmune de defensa en contra de enfermedades. La población de microbios en el cuerpo cambia conforme cambia la dieta, el suministro de medicinas, entre otros factores.
“Esta idea de ver el cuerpo humano como un superorganismo proporciona un nuevo sistema de conceptos para el manejo de la salud y es clínicamente relevante para el cuerpo con un todo”, indicaron los autores. Ellos llaman a esta nueva perspectiva “uno de los cambios de paradigma más importantes en la medicina moderna”.
El artículo describe la manera en que este cambio revolucionario está permitiendo una visión nueva llamada “metagenómica funcional” para el desarrollo de nuevas medicinas. Incluso, esta perspectiva abre la posibilidad para el tratamiento de enfermedades y la conservación de la salud con medicinas y sustancias que no necesariamente tienen como objetivo el cuerpo humano. Aquí se hace mención que muchas de las sustancias utilizadas en la medicina tradicional china podrían funcionar en este sentido.
“Existe un interés general y en aumento para comprender las propiedades de la medicina china y sus propiedades para un uso potencial como fuente de nuevas drogas en el mercado occidental”, nota el artículo. “Nueva evidencia indica que la medicina tradicional china tiene como objetivo al curar no sólo al humano sino los microbios simbióticos”.
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