Investigadores del Max Planck Institute of Quantum Optics, en Garching, Alemania, han almacenado información cuántica en átomos individuales.

Los investigadores escribieron un estado cuántico de un fotón dentro de un átomo de rubidio y lo leyeron de nuevo después de un período discreto de tiempo.

Un átomo (esfera morada) es atrapado en el centro de una cavidad óptica (formada por espejos cónicos en azúl) usando una trampa dipolar (verde).

Un átomo (esfera morada) es atrapado en el centro de una cavidad óptica (formada por espejos cónicos en azul) usando una trampa dipolar (verde).

Indicaron que este principio puede ser usado para diseñar computadoras cuánticas poderosas y unirlas en redes a través de largas distancias.

Los fotones llevan información cuántica en forma de polarización. Puede ser izquierda (dirección de rotación del campo eléctrico es anti-reloj) o derecha (dirección de reloj).

El estado cuántico de un fotón puede incluso contener polarizaciones simultáneamente como un estado de superposición.

En su interacción con el fotón, el átomo de rubidio por lo general se excita y pierde esa excitación por la emisión probabilística de otro fotón.

Los investigadores estaban interesados en hacer que el átomo de rubidio entrará en un estado cuántico definido, estable. Pudieron lograrlo con la ayuda de un rayo láser que fue dirigido sobre el átomo de rubidio al mismo tiempo que interactuaba con el fotón.

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  • estado cuantico