Prototipo: un dispositivo fue cubierto con una capa de piel artificial (b) para el uso de escenarios externos (Crédito: Autodesk Research)

Prototipo: un dispositivo fue cubierto con una capa de piel artificial (b) para el uso de escenarios externos (Crédito: Autodesk Research)

Científicos de Autodesk Research y sus colegas han probado al menos una docena de diferentes implantes de interfase de usuario, reportó Txchnologist. Dispositivos de entrada, entre ellos micrófonos para audio, botones, sensores de presión y de golpe para alimentación por medio del toque directo de la piel; sensores de brillo y sensores capacitivos  -como los que encontramos ahora de manera muy frecuente en dispositivos móviles touchscreen-  para entrada de información a través de movimientos en la piel. Los dispositivos de salida que probaron incluyen bocinas, LEDs, motores de vibración. La comunicación inalámbrica fue habilitada vía Bluetooth, y recargadores inalámbricos se usaron con cargadores inductivos, los mismos vistos con herramientas de poder sin cables.

Para determinar como podrían operar estos dispositivos debajo de la piel, los investigadores los implantaron en un brazo de un cadáver ligeramente embalsamado, entre la piel y el tejido grasoso. Incluso, desarrollaron parches artificiales de piel hecho de silicio, mismos que las personas pueden usar en sus antebrazos y caminar con ellos -esto cubría los dispositivos y simulaba el implante.

“Demostramos que estos dispositivos pueden incluso operar a través de la piel”, dijo Tovi Grossman, de Autodesk. “Estos resultados abren muchas posibilidades”.

Tal tipo de interfases implantadas de usuario podrían comunicarse inalámbricamente con dispositivos tales como los lentes de  realidad aumentada que Google desarrolla en su Project Glass, indicó Grossman. Estos implantes podrían incluso ayudar a las personas a controlar otros dispositivos con sus cuerpos. “Implantes médicos ya existen, pero no hay forma real de obtener fácilmente el estatus de esos dispositivos, o usarlos para obtener información sobre el estado de salud del usuario, o controlar la dosificación de drogas”, añadió.

Los científicos presentaron su estudio el pasado mayo 7, en la conferencia CHI sobre Factores Humanos en Sistemas de Cómputo en Austin, Texas.

Puedes leer el artículo completo en inglés aquí.