Organovo dice que su impresora 3-D puede imprimir tejido humano que podría ayudar a llenar una necesidad crítica: acelerar el descubrimiento de nuevas medicinas.
Muchas drogas potenciales que parecen prometedoras cuando se prueban en cultivos celulares o en animales fallan en las pruebas clínicas debido a que los cultivos y animales son muy distintos al tejido humano mismo.
Para solucionar este inconveniente, la Bioprinter coloca músculo especialmente preparado de manera uniforme en las líneas de un petri dish. Esta organización permite a las células crecer e interactuar hasta que forman tejido muscular que es casi no distinguible de tejido humano.
Esto podría ayudar a los investigadores a identificar drogas que podrían fallar incluso antes de llegar a pruebas clínicas, potencialmente generando ahorro de miles de millones de dólares. Hasta ahora, Organovo ha creado tejido humano de distintos tipos, incluyendo músculo cardiaco, pulmonar y vasos sanguíneos.
Su objetivo más importante: generar órganos completos para trasplantes. Debido a que los órganos serán impresos para las células de un paciente en particular, se generará menos riesgo de rechazo.
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