Un nuevo estudio de la Universidad de Georgia y publicado en la revista Nature ha identificado una enzima crítica que mantiene el flujo del tráfico en la dirección correcta dentro del sistema nervioso. Este descubrimiento eventualmente puede conducir a nuevos tratamientos para el Alzheimer y el Parkinson.

Las células contienen una red de tubos conocida como microtúbulos que están hechos de proteínas y sirven para la transportación de materiales de una parte de la célula a otra. Las señales de tráfico en los microtúbulos son adiciones químicas tales como marcas de acetilación. Los microtúbulos en partes de la neurona que envía señales, por ejemplo, se cargan con marcas de acetilación. Los microtúbulos en las partes de las neuronas que reciben las señales, por otra parte, tienen pocas marcas.

Las marcas de acetilación fueron descubiertas en 1983, y los científicos recientemente han determinado su papel en regular las proteínas motoras que envían materiales entre los microtúbulos. Lo que no ha sido claro durante esos 25 años es el proceso a través del cual se forman esas marcas de acetilación, qué enzima decide hacia donde se dirigen las señales de tránsito.

A través de una serie de estudios, usando el microscopio, con los nematodos C. elegantes, el zebrafish y las células del cáncer humano, Jacek Gaertig y sus colegas revelaron que una proteína conocida como MEC-17 es el ingeniero de tráfico en mando para la acetilación microtubular.

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