Setpoint Medical, empresa en Boston, está desarrollando un estimulador nervioso diseñado para enfriar el sistema inmune fuera de control que dispara las enfermedades autoinmunes, tales como inflamación de intestinos y artritis reumatoide. La tecnología se basa en una década de investigación en cómo el cerebro controla el sistema inmunológico, particularmente la inflamación. El tratamiento aún no está probado en pacientes, únicamente en investigación con animales. Los científicos esperan que esta investigación provea un tratamiento alternativo que sea más efectivo y tenga menos efectos secundarios que las drogas usadas actualmente.

En la última década, Kevin Tracey, inmunólogo y neurocirujano del Feinsteing Institute for Medical Research, en Manhasset, Nueva York, ha demostrado que la inflamación es controlada en parte por el nervio vagus, que es el responsable  de llevar las señales entre el cerebro y un número de órganos y vísceras. Lo más importante para la función inmune, este nervio hace conexión directa con el bazo, quien alberga diferentes tipos de células inmunes y que se liberan cuando existe alguna infección.

Numerosos estudios con animales han demostrado que al estimular el nervio vagus se puede detener el sistema inmune, deteniendo el rápido crecimiento de células inmunes que llegan al lugar de la herida o infección. “Piensa en esto como un termostato para el sistema inmune,” dijo James Broderick, presidente interino de la empresa y socio de Morgenthaler Ventures. “Este reflejo pone una compuerta para el sistema inmune”.

Este efecto es similar al de una clase muy popular de drogas, llamado bloqueadores  TNF alfa, usados para tratar la artritis y otras enfermedades autoinmunes. Estas drogas bloquean la liberación de una molécula inmune de señalización que es central para inducir la inflamación. Mientras estas drogas funcionan bien en un 50 a 70 por ciento de los pacientes, pueden perder su efectividad con el paso del tiempo y han sido relacionadas con efectos secundarios muy serios, como el cáncer e infecciones. La estimulación del nervio vagus bloquea tanto la molécula de señalización como otros aspectos involucrados en la inflamación.

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