Por medio del uso de nanotubos de carbono, ingenieros químicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) han descubierto una manera de concentrar hasta 100 veces más la energía solar que una celda fotovoltaica normal. Los nanotubos forman antenas que capturan y concentran la energía de la luz, permitiendo de manera potencial dispositivos más pequeños y más poderosos.

Este filamento que contiene cerca de 30 millones de nanotubos de carbono absorbe energía solar en la forma de fotones y luego re-emite fotones de baja energía, creando la fluorescencia que se ve en la foto.

Este filamento que contiene cerca de 30 millones de nanotubos de carbono absorbe energía solar en la forma de fotones y luego re-emite fotones de baja energía, creando la fluorescencia que se ve en la foto.

Las celdas solares son usadas de manera común en grandes paneles, frecuentemente en los techos de las casas, ya que cada celda puede generar un monto muy limitado de poder. Sin embargo, no todos los edificios tienen espacio suficiente para colocar los paneles.

“En lugar de tener todo un techo lleno de celdas fotovoltaicas, podrías tener pequeñas áreas con diminutas celdas con antenas que llevarían los protones hasta ellos”, dijo Michael Strano, líder del equipo.

Strano describe las nuevas antenas de nanotubos de carbono como “embudo solar”, en la edición en línea de la revista Nature Materials.

Sus antenas pueden incluso ser muy útiles en otras aplicaciones que requieran concentración de los rayos de luz, tales como la visión nocturna o telescopios.

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  • embudo solar