Científicos de la Joseph Fourier University, de Grenoble, han construído una celda de biocombustible que usa glucosa y oxígeno en concentraciones que se encuentran en el cuerpo humano para generar electricidad.

Este es el primer equipo en demostrar que su dispositivo funciona implantado en un animal vivo. En el lapso de una década o dos, celdas de biocombustible pueden ser usadas para proporcionar energía eléctrica a un gran rango de dispositivos médicos, desde sensores y suministro de droga hasta órganos artificiales.

La glucosa y el oxígeno se encuentran de manera natural en el cuerpo humano, por lo que, hipotéticamente, una celda de biocombustible podría permanecer funcionando indefinidamente.

Los electrodos son fabricados por medio de nanotubos de cabono comprimido mezclado con oxidase de glucosa, para un electrodo, y glucosa con polyphenol oxidase, para el otro . Ambos electrodos tienen un cable de platino insertado para conducir la corriente hacia el circuito. Los nanotubos están envueltos en un material especial para prevenir que los nanotubos mismos o enzimas se filtren en el cuerpo.

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