Investigadores de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Stanford y la Universidad de Delaware han utilizado lo que ellos llaman “el más sofisticado modelo de clima disponible” para cubrir la demanda de energía de la sociedad humana alrededor del 2030  -en realidad, suficiente para cubrir esa demanda varias veces, incluso tomando en cuenta las reducciones de velocidad en el viento ocasionadas por las turbinas.

Granja de viento (crédito: Jan Oelker/Repower))

Granja de viento (crédito: Jan Oelker/Repower))

Lawrence Livermore conjuntamente con investigadores del Instituto Carnegie indicaron que cubrir esa demanda no afectará el clima global.

En su estudio,  Mark Z. Jacobson y Cristina Archer adaptaron el modelo tridimensional de atmósfera, océano y tierra conocido como GATOR-GCMOM para calcular el máximo teórico potencial del viento para generar energía en el planeta, considerando la reducción del viento ocasionado por las turbinas.

El nuevo estudio contradice dos estudios anteriores que indicaban que el potencial del viento no era el adecuado para este ambicioso objetivo ya que cada turbina quita gran cantidad de viento a otras turbinas, y el hecho señalado que las turbinas ocasionarían consecuencias dañinas para el clima.

El nuevo modelo computarizado proporciona una vista más sofisticada que los previos ya que es posible separar los vientos en la atmósfera en cajas hipotéticas arriba y al lado de cada caja. Cada caja tiene su propia velocidad de viento y su clima. En su modelo, Jacobson y Archer exponen turbinas individuales a vientos provenientes de varias cajas al mismo tiempo, un nivel de resolución que los modelos anteriores no podían lograr.

“El modelado de las consecuencias de turbinas de viento es una ciencia compleja”, indicó Jacobson. “Este software permite ese nivel de detalle por vez primera”.

Los investigadores pudieron calcular la exposición de cada turbina en el modelo a vientos que varían en espacio y tiempo. Adicionalmente, el modelo toma en cuenta el viento que consumen las turbinas. A partir de allí calcula el efecto de estos cambios de la velocidad del viento en la temperatura global, humedad, nubes y clima.

“No estamos diciendo: ‘coloca turbinas en todos lados’ sino estamos mostrando que no existe una barrera fundamental para obtener  la mitad de los requerimientos de energía, o incluso cumplirlo y sobrepasarlo, a partir del poder del viento alrededor del 2030. El potencial está allí, si podemos construir suficientes turbinas”, indicó Jacobson.

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