DARPA ha unido ondas cerebrales, mejores sensores y algoritmos cognitivos para mejorar la detección de objetivos utilizando el sistema Cognitive Technology Threat Warning System (CT2WS).

Cámara del CT120 (crédito: DARPA)

Cámara CT120 (crédito: DARPA)

Para combatientes en el campo de operaciones, la habilidad de detectar amenazas desde puntos distantes puede significar permanecer con vida. En lugares donde el radar y la cobertura de drones no estén disponibles, los combatientes dependen básicamente de su propia visión para observar sus alrededores.

La observación de un área muy grande, sin embargo, se hace difícil debido a que es muy grande la cantidad de territorio que debe revisarse, la limitación del ojo humano y los efectos de la fatiga.

Tecnologías de uso actual como binoculares, cámaras y radar portátil pueden ayudar a mejorar la visión e incrementar la detección de amenazas. Desafortunadamente, el promedio actual de errores llega a un 47 por ciento o aún más utilizando esas mismas tecnologías, lo que deja a los soldados con alta vulnerabilidad.

DARPA dio a conocer el programa CT2WS en 2008 con el objetivo de maximizar la conciencia del combatiente sobre sus alrededores por medio del desarrollo de dispositivos portables de detección de amenazas.

El CT2WS incluye una cámara electro-óptica de 120 megapixeles que cubre un campo de acción de 120 grados, con trípode; incluye algoritmos de procesamiento cognitivo visual que puede ejecutarse en laptops para identificar objetivos potenciales e imágenes para revisión del operador; incluye además un electroencefalograma EEG, un gorro que vigila las señales cerebrales del operador y graba cuando el operador detecta alguna amenaza.

El CT2WS está construido bajo el concepto de que los humanos son eficientes para detectar lo poco usual. Aunque una persona puede no ser consciente de un movimiento o una aparición inesperada, el cerebro lo detecta y dispara una onda cerebral P-3000, una señal del cerebro que se cree está involucrada en la evaluación del estímulo o categorización.

A los usuarios que utilizan el gorro EEG se les muestra 10 imágenes por segundo, en promedio. A pesar de esta secuencia rápida, las señales cerebrales le indican a la computadora qué imágenes son importantes.

El uso del filtro EEG basado en los humanos reduce significativamente la cantidad de alarmas falsas. Los algoritmos cognitivos pueden también resaltar muchos eventos que de otra manera pasarían inadvertidos o irrelevantes pero que son en realidad amenazas u objetivos, tales como un ave volando o el balanceo de una rama.

En pruebas, el kit completo CT2WS, sin radar, el sensor y los algoritmos cognitivos proporcionaron 810 alarmas falsas por hora. Cuando se insertó un humano utilizando la gorra EEG, el número de alarmas falsas se redujo a sólo 5 por hora de un total de 2,304 eventos objetivo por hora, y un 91 por ciento de promedio exitoso de reconocimiento.

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