Un robot manejado con la mente puede ayudar a una persona en cama comunicarse con su familia y expandir su interacción social, o disponer de un brazo artificial, todo a través de la corteza motora del cerebro (no con neuronas en el brazo mismo), fueron algunas de las innovaciones presentadas el viernes en la reunión anual American Association for the Advancement of Science 2011.
Científicos de Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) hicieron una demostración en donde voluntarios conectados a una BCI (Brain computer interface) leían en voz alta o hablaban al mismo tiempo que le daban ordenes de derecha o de izquierda. Por medio del uso de análisis estadístico, el robot puede automáticamente distinguir entre derecha e izquierda y saber cuando la persona envía un comando y cuando solamente habla. En otras palabras, la máquina aprende a leer la intención mental del sujeto. El resultado es que los usuarios pueden relajarse y al mismo tiempo ejecutar otras tareas mientras controlan la BCI.
El truco está en decodificar las señales procedentes de las lecturas EEG en el cuero cabelludo -lecturas que representan la actividad de millones de neuronas a baja resolución. Al incorporar análisis estadístico, o teoría de la probabilidad, la BCI permite tanto control dirigido -maniobrar alrededor de un obstáculo- y tareas más precisas, tales como permanecer en una actividad. Incluso hace más fácil proporcionar comandos simples como “ir recto” que requieren ejecutarse durante un período largo de tiempo sin dar la misma orden una y otra vez.
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