Concepto para el e-ID. (Crédito: Bruno Rouchouze/EUROSMART eID Working Group)

Concepto para el e-ID. (Crédito: Bruno Rouchouze/EUROSMART eID Working Group)

La Comisión Europea tiene entre sus planes crear una identificación electrónica, ID, obligatoria para sus los ciudadanos europeos.

Neelie Kroes, Comisionado Digital para la Unión Europea, presentará en junio una nueva propuesta legislativa que pretende “facilitar las transacciones electrónicas entre las fronteras europeas” a través de firmas electrónicas estandarizadas, e-firmas, identificaciones electrónicas, e-IDs, y servicios de autenticación electrónica (eIAS) entre los estados miembros, de acuerdo a un documento interno dado a conocer por EurActiv.

“Un ambiente regulado claramente por el eIAS incrementará la conveniencia del usuario, y mejorará la confianza en el mundo digital”, indica el documento. “Este incrementará la disponibilidad de eIAS entre fronteras y entre sectores, y estimulará las transacciones electrónicas”.

Bruselas ha tratado por largo tiempo facilitar la creación de un sistema paralelo de identificación, adicional a la documentación ya existente tradicional. Este intento ha sido ligado principalmente a los problemas de creación de un mercado único y no a razones de seguridad.

A pesar de los esfuerzos de la Unión Europea para incrementar la seguridad de las e-firmas y el inicio de e-IDs, los ciudadanos y los gobiernos locales han adoptado muy lentamente las e-IDs.

Ciertamente, e-firmas y e-IDs están confinadas a pocos sectores, tales como universidades, al tiempo que la mayoría de naciones europeas no han introducido todavía los documentos electrónicos de identificación.

Aunque los pasaportes con chip incluido se están convirtiendo en una norma europea, los e-IDs sólo han sido adoptados en pocos países -Bélgica, Estonia, Alemania, Italia y los Países Bajos. Un escollo adicional es que no existe un sistema conjunto de reconocimiento entre los estados para el uso de estos e-IDs.

Quizá aún más frustrante para la Comisión Europea es el hecho de que algunos estados miembros, como el Reino Unido por ejemplo, no tienen identificaciones de papel, y la idea de adoptar este tipo de identificación ocasiona amplia oposición pública.

El intento de Neelie Kroes está lejos de tener éxito garantizado. El concepto de identidad electrónica ha estado en los últimos años muy asociado a los riesgos de robo de identidad y fraude virtual.

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