Concepto artístico de astronautas en una cápsula, realizando operaciones robóticas directas en la parte lejana de la luna  (crédito: Lockheed Martin)

Concepto artístico de astronautas en una cápsula, realizando operaciones robóticas directas en la parte lejana de la luna (crédito: Lockheed Martin)

La Agencia Espacial de los Estados Unidos, NASA, tiene entre sus planes una base lunar flotante, ubicada en órbita a unos 60,000 kilómetros de la Luna, en su lado más alejado, en lo que se conoce como puntos de Lagrange*, más precisamente, en el número 2 (EML-2).

Allí, la combinación de gravedad entre nuestro planeta y su satélite natural sería la adecuada para que la base lunar se mantuviera en órbita y no utilizara combustible. Esta base sería ideal para colaborar en misiones hacia asteroides o hacia Marte, ambos objetivos cercanos de la NASA.

Oficiales de la NASA indicaron que esta agencia trabaja para el envío de una cápsula espacial que orbite alrededor de la Luna en el 2017 y una misión tripulada hacia la órbita lunar en 2021.

Una base en EML-2 permitiría a los astronautas explorar la luna utilizando robots controlados en tiempo real. El retraso de tres segundos en las señales de radio que se da en un viaje redondo Tierra-Luna hace impráctico el control desde la superficie terrestre. “Sería como manejar borracho”, indicó Dan Lester, de la Universidad de Texas. Sin embargo, la EML-2 estaría lo suficientemente cerca como para eliminar ese obstáculo.

La semana pasada, NASA completó una prueba de ese tipo de tecnología cuando un astronauta de la Estación Espacial Internacional condujo y controló un rover ubicado en la superficie terrestre a través de la internet interplanetaria.

“Podríamos enviar seres humanos para que orbitemos Titán, luna de Saturno. Podrían, literalmente, bucear en los lagos de metano”, indicó Lester. “Cuando piensas en realizar la exploración de esta manera, de repente tenemos mucho más destinos para nuestros vuelos espaciales”.

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* Puntos de Langrange
Los puntos de Lagrange, también denominados puntos L o puntos de libración, son las cinco posiciones en un sistema orbital donde un objeto pequeño, sólo afectado por la gravedad, puede estar teóricamente estacionario respecto a dos objetos más grandes, como es el caso de un satélite artificial con respecto a la Tierra y la Luna. Los puntos de Lagrange marcan las posiciones donde la atracción gravitatoria combinada de las dos masas grandes proporciona la fuerza centrípeta necesaria para rotar sincrónicamente con la menor de ellas. Son análogos a las órbitas geosincrónicas que permiten a un objeto estar en una posición «fija» en el espacio en lugar de en una órbita en que su posición relativa cambia continuamente. (Wikipedia).