En una tarde durante esta primavera, Sergey Brin, co-fundador de Google, se convirtió en parte hombre y parte máquina. Alrededor de 40 personas que se reunieron en el campus de la NASA para un curso de 9 días y 15mil dólares de costo en la Singularity University, vieron como sucedió esto.

Mientras que la versión de carne y hueso del señor Brin se sentaba a kilómetros de distancia, enfrente de una computadora capaza de controlar remotamente un robot, el gizmo que se movía aquí con nosotros de alrededor del tamaño de una impresora con rueditas y una pantalla por cabeza con la imagen misma del señor Brin. El Brin Bot obedeció a su comandante humano y estuvo de grupo en grupo, hablando con los asistentes acerca de Google y otros temas vía un sistema de videoconferencia.

El Brin Bot realmente no parecía nada sacado de “Star Trek.” Era de un diseño rudimentario y además una amalgama de tecnologías diversas integradas. Sin embargo, este hecho predice lo que los fundadores de Singularity University defienden y discuten a menudo: el arribo de la Singularidad -un tiempo, posiblemente sólo a decenas de años, cuando una inteligencia superior dominará y la vida tomará un camino que aún no podemos predecir o comprender en nuestro estado actual, muy limitado.

En este punto, la Singularidad sostiene que los humanos y las máquinas se unificarán sin esfuerzo y de manera elegante, de manera que la precaria salud, los males de antaño e incluso la muerte, serán cosas del pasado.

Algunos de los más brillantes y enriquecidos miembros de Silicon Valley’s han adoptado la Singularidad. Ellos están convencidos que la tecnología es la única manera de resolver los problemas del mundo, así como tomar el control de la evolución en sus manos. Para los que aún no estén enterados, la empresa más famosa actualmente de Silicon Valley’s, -Google- trabaja diariamente en construir un cerebro que conjunta el poder mental y de pensamiento de los humanos para sobrepasar ese mismo poder de pensamiento de los humanos.

Larry Page, otro co-fundador de Google, ayudó a que Singularity University iniciara en el 2008, y Google ha apoyado con más de 250,000 en donaciones. Algunos de los empleados más antiguos de Google se encuentran, gracias a donaciones personales de 100,000 cada uno, entre los círculo de fundadores de Singularity (El Sr. Page no respondió ninguna de las preguntas que se le hicieron.)

La universidad representa el lado más concreto de la Singularidad, y se enfoca en presentar a los empresarios las nuevas tecnologías. Cientos de estudiantes de todo el mundo aplican para obtener uno de los 80 lugares disponibles en un curso de 10 semanas que tiene un costo de 25,000 dólares. Directores, inventores, doctores, inversionistas desean incluso ser admitidos en un curso más personal de 9 días llamado programa ejecutivo..

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